Hace 50 años que el comediante mexicano Mario Moreno Reyes vino a Santiago de los Caballeros.

Mario Moreno Reyes-Cantinflas-, vino a Santiago de los Caballeros en el año 1963, justamente se cumple 50 años y murió en el año 1993.

 

Era de origen mexicano nacido en el año 1911 y murió en el año 1993.

 

Fue actor cómico, que se hizo mundialmente célebre con el nombre de su personaje Cantinflas, al que dio vida en la mayoría de filmes que rodó.

 

De orígenes humildes, Mario Moreno Reyes se enroló en una compañía de cómicos ambulantes y recorrió México y gran parte del mundo.

 

En el circo desarrolló trabajos donde creó la imagen prototípica con la que se haría famoso.

 

En 1930 era ya el cómico más famoso de su país México y llegado el año 1934 conoció a la actriz de origen ruso Valentina Subarev, con quien contrajo matrimonio y tuvo a su único hijo, Mario Arturo.

 

Dos años después, con el amplio bagaje acumulado tras su estancia en el circo de Jalapa, representando papelitos en pequeños montajes teatrales al estilo del género chico- debutó en la película “No te engañes corazón”; “Así es mi tierra y Águila o Sol en 1937”; “El signo de la muerte 1939” y serie de cortometrajes.

 

No obstante, no se consagró definitivamente como ídolo indiscutible hasta 1940, en el filme Ahí está el detalle -dirigido por Juan Bustillo Oro-, en cuya última escena y mediante su delirante discurso, Cantinflas se salta las convenciones sociales, logrando cambiar el veredicto del juez.

 

Esta película le brindó la ocasión de fundar la compañía Posa Films, productora de Siempre listo en las tinieblas (Always Read in the Darkness) y Jengibre contra dinamita (Ginger versus Dynamite), fallidos intentos de penetrar en el mercado hollywoodiense. Pese a ello, a partir de su debut como protagonista en la película Ahí está el detalle (1940), el actor, con sus casi cincuenta filmes, batiría récords de recaudación en las salas de exhibición hispanoamericanas durante tres décadas seguidas.

 

La popularidad de este monstruo sagrado del cine mexicano y, en general, del cine en español, debe mucho a su trabajo en las películas Ni sangre ni arena (titulada en Estados Unidos Neither Blood and Sand) y El gendarme desconocido (1941), en las que descubrió a su director ideal, Miguel M. Delgado, ayudante del realizador Alejandro Galindo.

 

La primera era una parodia de la obra de Vicente Blasco Ibáñez, cuya versión cinematográfica había sido recientemente estrenada en Estados Unidos, protagonizada por actores Tyrone Power, Rita Hayworth y Linda Darnell.

 

Con ambas obras, Mario Moreno esperaba amortizar el esfuerzo económico invertido en Posa Films, de la que llegó a ser único productor. No en vano Ni sangre ni arena recaudó 54.000 pesos en cuatro días durante su estreno en el Teatro Alameda.

 

Este éxito desbordante continuó con El gendarme desconocido (The Unknown Policeman), con Mapy Cortés y Gloria Marín, considerado como uno de los mejores filmes del actor mexicano.

 

En él, la ridiculización de la policía, generalmente detestada por el público, se establece desde el mismo momento en que Cantinflas aparece con su habitual uniforme desastrado.

En 1944 entró a formar parte del Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC), fundado en 1919 con el nombre de Unión de Empleados Confederados del Cinematógrafo.

 

50 años; cintas muestran un cambio el personaje de la picaresca urbana y popular sólo quedaría un humo0r basado en el uso reiterativo del "cantinflismo", la habilidad para hablar mucho y no decir nada.

 

Mario Moreno se convirtió en un portador de juicios y críticas contra la sociedad "pueblerina" en particular, y contra la humanidad en general.

 

De este modo, arremetió con singular hincapié contra la "aristocracia desnaturalizada", haciendo que triunfara lo auténtico sobre lo falso.

 

Se constituyó en el hombre que siempre decía la verdad, aunque en forma sarcástica, y sufrió las consecuencias de esa fidelidad a sí mismo.


Comentarios