26 años de la misterio desaparición de NARCISAZO
NARCISZO.
Por
Marcelo Peralta
Santiago, R,D.-Fríamente, hace 26 años
que el periodista y profesor universitario, Narciso González, secuestrado,
asesinado, desaparecido en la postrimería política del caudillo Joaquín
Balaguer, presidente del Partido Reformista Social Cristiano, en que sus
lacayos hacía lo que les viniera en gana.
Secuestrado el día 26 de mayo del año
1994, torturado y desaparecido, sin que jamás se tengan pistas de sus verdugos
y el lugar donde lo tiraron.
Activo en el diarismo, desde la empresa
en la que trabajaba en el año 1994, quien suscribe tuvo la misión de ir al
cementerio de Montecristi acompañado de un fotógrafo y chofer donde se
sospechaba que habrían sepultado el cuerpo de una persona que no era la ciudad.
Llegamos en la tarde y el encargado del
cementerio confirmó que en la mañana fueron unas personas y depositaron un
cadáver en un nicho que a él que no dijera nada.
Al siguiente día nos apersonamos
al cementerio de nuevo y el encargado nos llevó al lugar, pero el cuerpo fue
sacado por desconocidos en horas de la madrugada y sólo quedó allí el “hueco” y
vacío.
La noticia en la ciudad de
Montecristi “corrió como pólvora en hojas secas” de que se habían robado un
cadáver del cementerio.
Algunas personas, sin confirmación
dijeron haber escuchado ruido de un vehículo y voces en horas de la madrugada
en el cementerio, pero no podían ver nada porque estaba muy oscuro.
Desde ahí nos trasladamos a la
playa Juan de Bolaño y una persona relató que varios hombres en la madrugada
salieron con un bulto grande color negro y lo montaron en un bote y salieron
hacia mar adentro.
La desaparición de Narciso
González se ha manejado en medio de un manto de misterio.
Nació el día 29 de octubre de 1941.
Además de sagaz periodista y
acucioso profesor universitario, NARCISAZO fue dirigente, activista político y
cultural.
Libretista, articulista de
periódicos nacionales.
Por lustros residió con su familia
en una casa en la calle Luis Reyes Acosta, número 305 del sector Villa María,
Santo Domingo.
Estaba casado con Luz Altagracia
Ramírez, quienes procrearon a Ernesto González Ramírez, Rhina Yocasta González
Ramírez, Jennie Rossana González Ramírez y Amaury González Ramírez.
Era abogado en la Facultad de
Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD.
Desempeñó en cargo de profesor
universitario en esta academia de estudios desde 1968 hasta la fecha de
su detención y desaparición.
Ocupaba el cargo de Director del
Departamento de Extensión Cultural.
Dirigió el Movimiento Popular
Dominicano y en la Federación de Estudiantes Dominicanos.
Publicaba columnas de humor
político en los periódicos El Sol y La Noticia.
Laboraba guiones para programas de
televisión y fundó el semanario de humor político Tirabuzón.-
Fundó y dirigió la revista
“El callejón con salida”.
Promovía el Comité Gestor de la
Sociedad de Animadores de la Cultura y la Democracia (SACUDE).¡ destacó por su capacidad poética de denuncia a través de la columna “El
pueblo se queja en versos” que publicaba en el diario “La Noticia”.
Sus escritos lo publicaba el
libretista de la sección de humor “Tano cao”, que se transmitía por “El Show
del Mediodía”.
Narciso González fue un hombre firme
y opositor a la forma de gobernar del presidente, Doctor Joaquín Balaguer y su Partido Reformista Social
Cristiano.
En la UASD, NARCISAZO era tan se caracterizó por mantener una postura de
firme oposición al régimen de Balaguer, de quien llegó a afirmar que era “lo
más perverso”.
En las aulas universitarias sus prédicas contra el gobierno de Balaguer no se hacían esperar y era visto con frecuencia colaborando con grupos comunitarios, generalmente cercanos a la oposición.
Poseedor de un agudo y fino nivel literario, con frecuencia concebía artículos y consignas de carácter políticos, haciéndolas acompañar de “décimas” (especie de versos elaboradas habitantes de las comunidades rurales).
La verticalidad de su postura opositora al régimen de Balaguer le valió la pérdida de empleos en medios de comunicación y se dedicó por su cuenta a producir revistas humoristas de corte político en los que satirizaba a los dirigentes en el poder y de la oposición de derecha.
Sus afiches, muchas veces pagados con su salario de catedrático universitario, aparecían continuamente en las calles de Santo Domingo, las paredes de la UASD y de Clubes Culturales, a los que contribuyó a formar para “oponerse a la penetración cultural norteamericana”¨, sobre todo en las décadas de los años ’70 y ’80.
Vida en el campus universitario. En las explanadas de la universidad estatal se le veía dictar charlas a los estudiantes, que lo veían como un profesor democrático “abanderado de los pobres”.
Conocía al dedillo la biografía del guerrillero cubano argentino Ernesto -Che- Guevara, cuyos ideales decía admirar, mientras se mostraba orgulloso de los éxitos de la Revolución Cubana.
En terrenos de la UASD, se mostraba como un crítico severo de sus compañeros de cátedras que “negaban los postulados del Movimiento Renovador”, un fenómeno surgido en la academia estatal en procura de su democratización para hacerla más accesible a los sectores de menos ingresos.
Ese Movimiento Renovador definió a la UASD como una institución de carácter científico que promovía la investigación, la docencia y la extensión, mientras era decidida partidaria de defender la soberanía nacional.
Con el avance del tiempo, el “fervor revolucionario” disminuyó en República Dominicana, pero Narcisazo mantuvo la firmeza de su postura.
En las aulas universitarias sus prédicas contra el gobierno de Balaguer no se hacían esperar y era visto con frecuencia colaborando con grupos comunitarios, generalmente cercanos a la oposición.
Poseedor de un agudo y fino nivel literario, con frecuencia concebía artículos y consignas de carácter políticos, haciéndolas acompañar de “décimas” (especie de versos elaboradas habitantes de las comunidades rurales).
La verticalidad de su postura opositora al régimen de Balaguer le valió la pérdida de empleos en medios de comunicación y se dedicó por su cuenta a producir revistas humoristas de corte político en los que satirizaba a los dirigentes en el poder y de la oposición de derecha.
Sus afiches, muchas veces pagados con su salario de catedrático universitario, aparecían continuamente en las calles de Santo Domingo, las paredes de la UASD y de Clubes Culturales, a los que contribuyó a formar para “oponerse a la penetración cultural norteamericana”¨, sobre todo en las décadas de los años ’70 y ’80.
Vida en el campus universitario. En las explanadas de la universidad estatal se le veía dictar charlas a los estudiantes, que lo veían como un profesor democrático “abanderado de los pobres”.
Conocía al dedillo la biografía del guerrillero cubano argentino Ernesto -Che- Guevara, cuyos ideales decía admirar, mientras se mostraba orgulloso de los éxitos de la Revolución Cubana.
En terrenos de la UASD, se mostraba como un crítico severo de sus compañeros de cátedras que “negaban los postulados del Movimiento Renovador”, un fenómeno surgido en la academia estatal en procura de su democratización para hacerla más accesible a los sectores de menos ingresos.
Ese Movimiento Renovador definió a la UASD como una institución de carácter científico que promovía la investigación, la docencia y la extensión, mientras era decidida partidaria de defender la soberanía nacional.
Con el avance del tiempo, el “fervor revolucionario” disminuyó en República Dominicana, pero Narcisazo mantuvo la firmeza de su postura.
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