Autoridades del Distrito Municipal de Jacagua habrían vendido tierra a un empresario en el Pico Diego de Ocampo.

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Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- La Junta Distrital de San Francisco de Jacagua habría vendido parte de la reserva científica Diego de Ocampo, situado en la Cordillera Septentrional quien para apropiarse de los terrenos destruyó la carretera que construyó hace poco el gobierno y cercar una gran porción de terrenos.
La denuncia la hace el equipo de la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) al señalar que el empresario Hugo Mella fue favorecido con la decisión de los miembros de la Junta Municipal del Distrito San Francisco de Jacagua.
Esa es una zona de vida de sus 20 kilómetros cuadrados de extensión, distante a 15 kilómetros de la ciudad Santiago de los Caballeros, de aves y plantas endémicas, nacen muchos ríos, es un santuario protegido mediante ley como reserva científica y la Junta Distrital de San Francisco de Jacagua no tiene competencia de jurisdicción, donde allí reúnen un increíble de prodigios para el país.
La presidenta de SOECI, licenciada Mavelyn Consuegra, en su denuncia dice que el empresario Hugo Mella demostrando su poder económico, procedió y rompió una carretera recién construida por el Gobierno Central con el dinero del pueblo que paga en impuesto, cerró con alambres de púas y bloqueó el acceso a la reserva científica.
Consuegra indicó que Mella tiene poder que la Junta del Distrito Municipal San Francisco de Jacagua le otorgó, a pesar que carece de jurisdicción sobre esas áreas protegidas mediante Ley en el año 1961.
La presidenta de SOECI y su directiva instó a las autoridades competentes intervenir antes que Hugo Mella destruya los árboles endémicos que contiene esa reserva científica. 
Ese lugar fue bautizado como Diego de Ocampo que es una elevación montañosa tiene una altura de mil 249 metros sobre el nivel del mar y lleva ese nombre para honrar la memoria del esclavo africano y Capitán de negros cimarrón que luchó contra la forma que eran tratados por los españoles, rebeló, saqueó y saboteó las plantaciones agrícolas que estaban sembradas en La Vega, San Juan de la Maguana, Azua y Barahora.
Después de cometer ese desastre agrícola, las autoridades de entonces reseñan que el esclavo hizo una tregua con los españoles y que luego volvió a rebelarse siendo apresado y luego ejecutado en el año 1546. 
En esta montaña, se subsume el bosque seco subtropical; el húmedo; el muy húmedo; el nublado en una sucesión de altitudes; planos y los de sus estratificaciones y murallas de  multicolores.
Es un imponente, fresco y amigable sitio con 15 kilómetros trayecto situado al Norte de la ciudad Santiago de los Caballeros, con una extensión de 20 kilómetros cuadrados, protegidos por la Ley 5697, que establece su inviolabilidad.
Esta montaña tiene una importancia enorme sobre el ecosistema y para el turismo, ya que en el trayecto existen árboles endémicos como palma; fuertes brisas en un ambiente natural, pasa la fosa de Milwalkee, entre otras.
Y es un santuario tiene aves de la especie “carrao” y “mirador soberbio” de la  planicie extensa que sustenta, con un pulmón inédito y alcázar considerado el mayor del Valle del Cibao.
La sociedad Ecológica del Cibao la ha cuidado en condiciones sanas por ser corrientes eólicas que distribuyen la lluvia por el sistema cordillerano a nivel nacional. 
Tiene 70 manantiales, corrientes sonoras le sirven de red líquida  para extenderse mansamente por la llanura del Valle del Cibao.
Con sus aguas se alimentan millares de familias, animales, aves y se irrigan cientos de tareas incorporadas al cultivo vegetativos en las zonas de  Quinigua, Congo, Quebrada Honda, Aloncito, Arroyo del Agua, Arroyo Seco, Arrenquillo, Los Higos, Pescado Bobo. 
También, los Tributarios del río Bajabonico; los afluentes del Yaque del Norte, que develan los nombres del agua en su condición de fuente primordial, en su eterno del devenir constante.

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