A pesar de las cifras de muertos Nueva York se alista para reabrir actividades comerciales


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Por Ysela Santos
New York se prepara para la reapertura de la ciudad el próximo lunes; mientras EE.UU. supera ya las 100,000 muertes por el COVID-19.
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La reapertura se produce en medio del gran costo emocional y económico que sigue cobrando la pandemia; en el área tri-estatal, ( New York, New Jersey y Connecticut ) que ha confirmado cerca de 40,000 muertes por el virus.
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La ciudad de Nueva York, ahora enfrenta un déficit de ingresos de $9 mil millones que probablemente se extenderá más allá del próximo año fiscal, por lo que espera ansiosamente su entrada en la Fase I, el resto del estado ha comenzado a reabrir.
La ONU advierte de un “aumento masivo” de las enfermedades mentales por la pandemia, y por ende aumentará la violencia. 41 millones de estadounidenses, sin empleos por el COVID-19.
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Cinco regiones podrían calificar para ingresar a la Fase II, abriendo más servicios profesionales y minoristas, tan pronto como el viernes. A partir del miércoles, la MTA está aumentando el servicio de metro y el servicio de Metro-North y Long Island Rail Road está comenzando a acomodar a más pasajeros.
Sin embargo, la incertidumbre se avecina a medida que se reabran más estados; aumentan las proyecciones de muerte en Estados Unidos.
Algunas restricciones ya se han relajado en Nueva York en todo el estado en lo que respecta al tamaño de las reuniones, actividades al aire libre bajo medidas de distanciamiento y deportes.
Los efectos de la reactivación no se verán de inmediato y, a falta de pruebas generalizadas, será difícil saber cómo está el país en la lucha contra el virus.
Los recién contagiados tardan de dos a tres semanas en enfermarse de gravedad y requerir hospitalización.

Una calma inicial puede alentar a más estadounidenses a bajar la guardia o a que más gobernadores flexibilicen las restricciones, y por eso que los investigadores temen un nuevo brote impulsado por los antiasmáticos.
Lo triste de todo esto es que muchos seres humanos no han aprendido nada y posiblemente nunca entenderán que todo cambió. Se requiere de mucha paciencia, y fe en Dios.

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