Las naciones ricas movilizarán 100 mil millones anual desde 2020 contra el cambio climático.
Además, los
acuerdos establecidos son el de mantener la temperatura media mundial
“muy por debajo” de dos grados centígrados respecto a los niveles
preindustriales, aunque los países se comprometen a llevar a cabo “todos los
esfuerzos necesarios” para que no rebase los 1,5 grados y evitar así “los
impactos más catastróficos del cambio climático”.
Adoptar legalmente
vinculante pero no la decisión que lo acompaña ni los objetivos nacionales de
reducción de emisiones.
No obstante, el
mecanismo de revisión de los compromisos de cada país sí es jurídicamente
vinculante para tratar así de garantizar el cumplimiento.
Emitieron una reducción
de emisiones acordada entre los 187 países de los 195 que forman parte de la
Convención de cambio climático de la ONU han entregado compromisos nacionales
de lucha contra el cambio climático que entrarán en vigor en 2020 y se
revisarán al alza cada cinco años.
Se acordó que los
países que no lo han hecho deberán presentarlos para poder formar parte del
acuerdo.
Cada Estado se
compromete a tomar las medidas necesarias para cumplir lo que dice en su
contribución, y los que quieran podrán usar mecanismos de mercado (compraventa
de emisiones) para cumplir sus objetivos.
Los países acordaron revisar
sus compromisos al alza cada cinco años, con la idea de ir aumentando la
ambición con el tiempo para asegurar que se alcanza el objetivo de mantener la
temperatura “muy por debajo” de dos grados.
No habrá sanciones,
pero sí un mecanismo transparente de seguimiento del cumplimiento para tratar
de garantizar que todo el mundo hace lo prometido, y que advierta antes de que
expiren los plazos si los países van o no por la senda del cumplimiento.
Trazaron meta a largo
plazo de que las naciones se proponen que las emisiones toquen techo “tan
pronto como sea posible”, reconociendo que esta tarea llevará más tiempo para
los países en desarrollo, y que se efectúen reducciones rápidas a partir de ese
momento.
Además, los países se
comprometen a lograr “un equilibrio entre los gases emitidos y los que pueden
ser absorbidos” en la segunda mitad de siglo, lo que viene a suponer cero
emisiones netas, o dicho de otro modo: no se pueden lanzar más gases que los
que el planeta pueda absorber por sus mecanismos naturales o por técnicas de
captura y almacenamiento geológico.
Fijaron la financiación
del acuerdo que dice que los países desarrollados “deben” contribuir a
financiar la mitigación y la adaptación en los Estados en desarrollo, y anima a
otros países que estén en condiciones económicas de hacerlo a que también
aporten voluntariamente.
La intención de
financiar debe ser comunicada dos años antes de transferir los fondos, de
manera que los países en desarrollo puedan hacerse una idea de con qué montos
cuentan.
Que reconocen las pérdidas
y daños y la necesidad de poner en marcha el “Mecanismo de Pérdidas y Daños”
asociados a los efectos más adversos del cambio climático, pero no detalla
ninguna herramienta financiera para abordarlo.
La adopción que tendrá
lugar en una ceremonia de alto nivel en la sede de Naciones Unidas, en Nueva
York, el 22 de abril de 2016.
La entrada en vigor
del nuevo acuerdo será en al menos 55 partes, que sumen en total el 55% de las
emisiones globales lo hayan ratificado.
Comentarios
Publicar un comentario