Vendedor de chicharrones pide ayuda al Presidente Danilo Medina.
Juan Lora Concepción.
Por Tony Balbuena y Marcelo Peralta.
Bonao, provincia Monseñor Nouel, R. D.- ¡Chicharrón, chicharronero, corran que
me voy! es el slogans pregonando su archivo Don Juan Lora Concepción-Marrón-, quien con 105 años tiene que trabajar con honradez para poder alimentarse.
“A mí me gusta trabajar y que dejará de
ganarse la vida cuando se muera”, pero ya las fuerzas no me dan y me tiemblan
las rodillo, lo que pide al Presidente Danilo Medina una pensión.
Trabajar con honradez ha sido la vida de
Don Juan Lora Concepción-Marrón-, que aunque ha sido una “odisea”, espera la solidaridad
del gobernante.
Con 105 años de edad y 50 de ellos
bendiciendo chicharrones, ya tiene su cuerpo doblado, con la mirada corta, la
voz semi apagada, a pesar de todo recorre las de Bonao para ganarse la vida.
Chicharrones de cerdo en la entrada de San Victor, en Moca.
Lora Concepción dice que su viaje en la
tierra ha estado lleno de aventuras adversas, favorables y
desfavorables.
Estas son dos motas que fue la primera moneda que circulara en Republica Dominicana a comienzo del 1900.
Les ensenaron a trabajar y tiene que salir bien temprano por las calles de Bonao provincia Monsenor Nouel a vender chicharrones con guineos hervidos y en ocasiones lleva plátanos fritos.
¡Chicharrón, chicharronero, corran que
me voy!, son las palabras que brotan de los labios de Lora Concepción para
atraer a los conciudadanos, al compas lleva consigo una lata llena de alimentos
para cuando el hambre lo ataca.
Frecuencia lugares de mayor presencia
de personas a ofertar sus mercancías.
Vive en la calle República de España de la
ciudad, “Villa de las Hortensias” como ha sido bautizado el pueblo de Bonao.
Dice haber nacido en el año 1910 gobernaba
el Presidente tirano Ulises Heureaux-Lilis-.
Recuerda que cuando gobernaba el Presidente
Horacio Vásquez, 1924 al 1930 ya trabajaba agricultura y que se ganaba 5 cheles
al día.
A pesar de esa irrisoria suma, recuerda compraba
su comida, que para esa época era barata.
Pero en ese tiempo había poco dinero,
donde una libra de arroz costaba dos motas que fue la primera moneda que solo tenía
validez de compra y venta en República Dominicana.
Lora Concepción dice que en esa época de
su pubertad, una libra de carne costaba un “chele”.
La botella de leche y los víveres eran
regalados.
Rememora que los ríos estaban llenos de
peces, jaibas y camarones y que la ciudad se iba a comprar solo la sal, ya que
todo se producía en el campo.
Con su piel arrugada y una mirada de
tristeza, el anciano señala que ha hecho todas clases de trabajo, menos robar.
“Nunca he ido a la puerta de un cuartel
de la Policía y menos a la del Tribunal por problema” afirma.
Su padre, era Bertilio Lora, que siempre
le decía: "Mi hijo hay que ser honrado, pues es el único tesoro que uno se
lleva a la tumba cuando se muere", consejos que dice se los impregnó a sus
hijos.
Gobierno de Trujillo.
Después que terminara el gobierno del
Presidente Horario Vásquez, vino la dictadura de los 30 años de gobierno de
Trujillo.
Del gobierno de Rafael Leónidas Trujillo
Molina, Lora Concepción queda pensativo y dice: “Había respeto y orden en el
país, pero no teníamos libertad”.
“Éramos esclavos del gobierno, el pueblo
vivía con temor y miedo”.
"Quién robaba una vez, dos veces en
la Era del Jefe como había que decirle a Trujillo le daban un chance, pero a la
tercera vez que volvía a cometer ese delito", dice.
Lora Concepción dice que llegó a casarse
dos veces.
Don Hora Concepción duce que tuvo familia.
Su primera mujer le llamaban Mercedes y
la segunda Juana.
Procreó dos hijos, una hembra y un varón.
Actualmente tiene 12 nietos, no
recuerda los biznietos, tataranietos y chornos.
“Mi familia la crié en un ambiente de
pobreza, no obstante, le enseñé a vivir con dignidad”, confiesa.
“Y tengo mi meta de seguir trabajando
hasta el fin de mi vida”, sin embargo, imploro al Presidente Danilo Medina una
ayuda mensual para vivir tranquilo el corto tiempo que me queda.
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