Murió la honestidad periodística en el Cibao.


Isidro Silva Cabreja.

Por Marcelo Peralta.

La muerte da lecciones y ejemplos.

Revestida de ministro inexorable que no dilata la ejecución.

Ella es el último límite de todas las cosas.

Una muerte honrosa puede glorificar aun una vida innoble.

Es un hecho que nos lleva el dedo sobre el libro de la vida.

La muerte es una visitadora difícil porque viene una sola vez, sin embargo, se deja sentir en todos los momentos de la vida.

Por su forma de vida, hay muertos que van subiendo cuando más  su ataúd baia.

Este miércoles hemos despertado afligidos, pero es la ley de Dios, que reza nace, crecer, multiplicarte y morir.

Ha muerto una leyenda del periodismo y la comunicación mocana y conocido en todo el país.

Con la muerte del periodista mocano ISIDRO SILVA CABREJA, también se fue la honestidad.

Cabreja era la “vieja guardia” a quien en busca de informaciones veraces, no lo detenía ni los cañones.

Nació en Moca el día 2 del mes de febrero del año 1947.

A la hora de morir tenía 71 años de edad.

La muerte lo sorprendió mientras estaba internado aquejado de salud en el Hospital Metropolitano de Santiago-HOMS.

Estudió Comunicación en la Unidad Autónoma de Santo Domingo -UASD-.

La madrugada de este miércoles su corazón dejó de latir.

Fue un paradigma de la comunicación y el periodismo.

Estuvo internado en debido a complicaciones de salud.

A pesar de sus dolencias corporales, se les veía las ansias de vivir y seguir escribiendo.

Hombre de extensa trayectoria en los medios de comunicación.

Como periodista fue un hombre honesto y ciudadano servicial, solidario e incomparable.

Su nombre se inscribirá entre los más honestos de su época.

Inició este oficio desde muy joven para construir una larga carrera en la que pasó por la gráfica, la radio y lo físico.

Su trayectoria se cuentan en los diarios de la Región del Cibao y el país.

En su pasión por el periodismo y los males sociales vivió momentos aciagos por informar las causas y consecuencias noticiosas sin dobleces.

Era humilde, disciplinado, respetuoso, lleno de honestidad y sencillez.

Dueño y editor del periódico “El Mensajero” que hacía a mimiógrafo.

Hacía su periódico “El Mensajero”, basado con la estampa de la humildad de los sabios y la conciencia de los Dioses.

Lo hacía el mismo y lo distribuía en Moca, Salcedo, Santiago, Licey y otras poblaciones de la Región del Cibao.

Lo llevaba a las reuniones que hacían los periodistas a nivel nacional poniendo en alto provincia presidente Ulises Francisco Espaillat.

Ejerció el periodismo radial y escrito al estilo de “sacerdocio”.

Por sus hábitos, solvencia moral paterna y materna, a Isidro Silva Cabreja nunca se les involucró en actos reñidos con la moral.
 
Por problemas económicos que los arroparan, Isidro Silva Cabreja nunca claudicó a las tentaciones del poder y los sobornos.

Demostró que se podía vivir en medio de inequidades, ingratitudes y tentaciones, pero sin navegar entre las virulentas vibraciones; perturbaciones del espíritu; torpedeadores, orquestadores empresariales y fomentadores de la corrupción.

Siempre caminaba de manera lenta sin importar la prisa que tuviera por llegar a su destino.

Hoy, que Isidro Silva Cabreja se ha ido, pero deja en la sociedad su legado de “grandeza” se ser un periodista y comunicador incorruptible.

Fue un arquetipo que servirá de plataforma de sus descendientes y las generaciones actuales y provenir.

Adiós Isidro Silva Cabreja, que Dios te coloque en el ligar que te ganaste en la tierra.

Paz a tu alma.

Solidaridad a tus familiares.

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