Provincia Santiago Rodríguez la mayor exportadora de casabe del mundo. Monción encabeza.
Tortas de casabe entera listas para consumir.
En 5 meses
del 2019 vende en 17 países US$880,569 de dólares.
Por:
María del Carmen Guillén y Marcelo Peralta.
MONCION,
Santiago Rodríguez, R.D.- La Provincia Santiago Rodríguez, enclavada en la
agreste Región Noroeste ha sido y es la pionera en la fabricación de casabe y
su Municipio General Benito Monción sigue destacándose como el número uno del
país en la fabricación y exportación de casabe.
A
la fecha del año 2019, desde Monción se han exportado la cantidad de 880 millones
569 de dólares, equivalente del 38.31%.
Este
producto es exportado a 17 países como Estados Unidos; Islas Vírgenes de
Estados Unidos; Puerto Rico, España, Panamá, Francia, Suiza, Islas Turcas y
Alcaicos, Canadá y otras naciones.
Logros
y conquistas adquiridas por el Municipio General Benito Monción que ocupa el primer
lugar en exportación de casabe en el mundo, se atribuye a Don Nicolás Almonte,
un chofer de carro que transportaba desde Monción, Sabaneta y Mao las cartas,
certificadas, corrientes y valores declarados hacia Santiago.
Por
sus grandes inquietudes, creatividad, agricultor neto, quien se convirtió en el
pionero de la industrialización de este producto en la República Dominicana.
El
proceso de tecnificación del casabe en el país es autoría del empleado de las
oficinas de Correo y Telecomunicaciones Andrés Nicolás Almonte, actual
presidente dela fábrica de casabe “Guaraguanó”.
Andrés
Nicolás Almonte dice que su padre Nicolás Almonte llevaba en el baúl de su
carro, junto con las cartas y valores a las ciudades de Sabaneta, Santiago, Mao
decenas de tortas de casabe, las cuales vendía a empleados de correos, a
particulares y a comercios que le hacían encargos.
Viajes
tras viajes halló un motor eléctrico, lo compró, lo instaló en Monción donde
instaló la fábrica de casabe.
Utilizó
el motor para “guayar” la yuca produciendo mayor cantidad para atender la
demanda de los clientes que cada día iba en aumento.
El
negocio lo consideró muy rentable que a
los pocos meses renunció a su empleo en el correo y telecomunicaciones de
llevar cartas a Mao, Santiago Rodríguez y Santiago.
A
tiempo se dedicó a si negocio para industrializar la yuca amarga elevando la
cantidad de las tortas de casabe porque la demanda de los consumidores iba en
aumento.
Fue
en fecha 16 de julio de 1976, relata el heredero de la fábrica de casabe cuando
comenzó una humilde empresa con cuatro burenes de barro, un molino eléctrico;
una prensa de palos; piedras para sacarle el agua a la yuca y extraer la materia
prima.
Relata
que era un proceso rudimentario, difícil en que se unió la familia y para
identificar el producto se presentaba su producto empacado en papel amarillo
del que utilizan los colmados para envolver mercancías.
Por
el volumen de las ventas, obligó a
buscar nuevas alternativas de acomodación y rendimiento en el proceso de “guayar
la yuca”; extracción del zumo amargo; la preparación de la catibía, por lo que
utilizó la plancha de cemento; otra que funcionaba con gas licuado de petróleo
y el motor eléctrico en la fabricación del casabe.
La capital del casabe.
Se reconoce que el Municipio General Benito Monción es pionero en la fabricación y venta en el mundo de casabe y por eso lo han bautizado la “Capital del Casabe”.
Pertenece a la Provincia General Santiago
Rodríguez y la mayor productora de casabe del mundo donde operan 44 empresas incorporando decenas de personas en los diversos procesos.
Antonio
Paulino Peralta, presidente de la Asociación de Productores de Casabe de
Monción (Aprocamo), indica que la Región Noroeste reúne las características para
producir grandes volúmenes del producto.
Destaca
la existencia de una alta producción de “yuca amarga”, favorecida por las
condiciones climáticas, así como de la fuerza laboral conformada por muchos
habitantes de Monción.
Los
procesadores de yuca amarga se vieron en la necesidad de innovar la industria
para poder cumplir con la demanda del producto, sobre todo a nivel
internacional.
Pasaron de durar horas con un guayo y de pelar la raíz con
cuchillo, a tener una producción completa de un pedido en un día.
En
la actualidad, las industrias han sustituido en un 70% los hornos tradicionales
por industriales que trabajan con gas licuado de petróleo (GLP) y que
garantizan mayor rapidez en el proceso de fabricación.
Algunas empresas combinan ambas técnicas, como la utilización de cuchillo para pelar la yuca, mientras que para prensar la masa y tostar el producto trabajan con máquinas industriales.
El
procedimiento que utilizaban los aborígenes antillanos les daba “excelentes
resultados”, explica De la Cruz.
La elaboración de las tortas fue uno de los
alimentos primordiales en la costumbre taína, la cual fue adoptada por otros
países como Venezuela, Brasil y Honduras.
La
tecnificación industrial ha transformado, de igual manera, fábricas
internacionales, pero para el profesor De la Cruz dice que la Región Noroeste el proceso de elaboración de casabe la pionera es la Provincia Santiago Rodríguez, como su Municipio General Benito Moción a la cabeza.
En
la actualidad se preparan diversas variedades de casabe, en distintos tamaños
combinando especias con otros ingredientes como la guayaba, el maní, el ajo, el
ajonjolí, la mermelada de piña, la albahaca, el aceite de oliva, el jalapeño
picante, el maní, la granola, las almendras con pasas y, por supuesto, el
tradicional.
La variedad facilita mantener el producto en la aceptación de los
consumidores.
Los
precios de los paquetes del casabe en las cadenas de supermercados varían por
tamaño y variedad.
Van desde RD$45 hasta RD$285, dependiendo, también, de su
procedencia y empacado. Otras vías para adquirir la torta son: los vendedores
ambulantes y en los paradores ubicados en las principales carreteras.
Conquistar
otros paladares a nivel nacional es una de las metas que se han trazado los
productores de casabe, quienes indican que la creatividad, el mercado y el
deseo de trabajar están ahí, pero tienen un gran desafío en la yuca, una
materia prima que escasea por adversidades de la naturaleza.
Además
de aumentar las ventas en todo el territorio, los industriales buscan incluir
el alimento en la oferta de gastronomía hotelera a los extranjeros y formalizar
el proyecto “La ruta del casabe”, el cual promete promocionar como provincia
ecoturística a Santiago Rodríguez y su municipio Monción.
Financiamiento gubernamental.
El
Gobierno facilitó en 2013 un financiamiento de RD$24 millones para que los
productores de casabe y de yuca amarga de Monción y Loma de Cabrera amplíen y
modernicen sus fábricas.
Unas 16 pequeñas empresas estaban amenazadas por el
escaso rendimiento de la yuca amarga “La Negrita”, el azote de plagas, la
irregular de la calidad del casabe y el uso de hornos de leña.
La ayuda para
los productores de la Región Noroeste tenía como principal objetivo incrementar
la producción y facilitar el proceso de preparación del casabe para exportar a
los Estados Unidos, China y Europa.
La producción del pan blanco significa
RD$300 millones que mueven la economía de Monción también conocida como la
“Capital del Casabe”.
El
apoyo financiero salió de los fondos de la Presidencia, vía el Banco Agrícola,
a una tasa menor de un 1% mensual.
Como resultado del primer desembolso de los
recursos aprobados a las industrias, las ventas lograron un repunte que
posiciona al producto dominicano como uno de los de mayor calidad, afirma el
historiador.
Exportaciones.
En
los últimos años las empresas manufactureras iniciaron un proceso de
tecnificación para facilitar y agilizar la elaboración de la fina torta blanca,
lo que impactó las exportaciones alcanzando US$1.6 millones al cierre de 2014,
según reporte del departamento de estadísticas de la Dirección General de
Aduanas (DGA).
Al
analizar las cifras a mayo de 2019, el monto exportado fue de US$880,569
equivalente del 38.31% de lo enviado en todo 2018, cuando el monto alcanzó los
US$2.3 millones.
La
DGA destaca 17 países que dinamizan las exportaciones del producto.
Estados
Unidos con US$9.3 millones; Puerto Rico, con US$230,502, y España, con
US$194,516 lideran la lista al importar los mayores volúmenes de 2014 a mayo
2019.
En
cuarto lugar se ubica Panamá, que aunque no ha importado de manera constante,
de 2015 a 2016 compró US$133,823 en casabe.
Otro
país que se destaca en las compras intermitentes del producto es Canadá,
importando hasta mayo del presente año US$111,896. Es el sexto país que supera
los US$50,000 desde 2014.
En
tanto, entre los países que compran menos volúmenes, pero de forma constante,
se encuentran San Martin, que pagó US$33,199 y Países Bajos, con US$24,254.
Aruba, por su parte, importó US$17,749 en casabe durante el citado período.
Las
Islas Vírgenes Estadounidenses, posicionadas en el puesto número 15, importaron
US$10,439.
Le sigue Suiza, con US$7,130 y, por último, y no menos importante,
Islas Turcas y Caicos, con una compra de US$4,611 hasta mayo de este año.
Confesiones:
Horno
de leña en la fábrica de casabe Doña Mechi en Monción.
“Mi
papá fue un visionario que vio donde los demás no veían. Me siento orgulloso de
lo que él ha logrado”, expresa Andrés Almonte.
Además, informa que Guaraguanó
tiene un año con un centro de distribución en Estados Unidos para que la
diáspora dominicana pueda adquirir el casabe “sin intermediario y a buen
precio”.
La
progresiva tecnificación industrial en la fabricación del casabe potencializa
su comercio a nivel internacional. La oferta de una torta de mayor calidad
llevó a que varios países compraran, entre 2014 y 2018, un total de US$9.2
millones del producto que garantiza una fuente de empleo para muchos
dominicanos.
Los
casaberos dominicanos combinan la tecnología industrial y la creatividad para
transformar un producto artesanal heredado de la gastronomía indígena a la
dieta dominicana y de otras islas del Caribe.
El
casabe no solo fue uno de los alimentos más importantes de los taínos, sino que
fue consumido por los conquistadores españoles.
“Al
llegar al territorio no trajeron trigo para preparar su pan y el vino que
trasladaron se convirtió en vinagre, es entonces cuando conocen el casabe y, al
probar ese alimento no perecedero, deciden llevarse unas porciones”, explica
Juan de la Cruz, profesor de Historia de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD).
De
la Cruz afirma que para los habitantes precolombinos cocer la yuca, la materia
prima para la fabricación del casabe, era una tarea fácil. “El proceso para
hacer tortas no era complejo; utilizaban guayo, piedras, colador y yagua de
palma como utensilios”.
Describe
que los taínos, luego de guayar la yuca, utilizaban su peso corporal para
ejercer presión sobre la masa (protegían la yuca con una yagua) para sacarle el
cianuro y cernirla. Después de la extracción del líquido tomaban el tubérculo
colado y lo tostaban en un burén o hornalla en forma circular, hecho de barro.
Esa
técnica de preparación casera heredada por los dominicanos pasó a la
industrialización, convirtiéndose en la fuente de empleo de los integrantes de
alrededor de 500 hogares del país.
El
casabi, nombre que le dieron los taínos a la torta de yuca, para fines
comerciales se hace en distintos puntos del país, sobre todo donde abunda la
producción de yuca amarga, también llamada mandioca.
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