Ahora con Ramfis Domínguez Trujillo como candidato cambia el panorama político y electoral en el país.
Santiago, R.D.- Impactos políticos y sociales
ha causado aquí el anuncio de que Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del dictador
Rafael Leónidas Trujillo Molina, es candidato presidencial para las elecciones
del 2020, escogido por el Partido Nacional de Veteranos y Civiles –PNVC- que
aglutina a los recalcitrantes y reductos de la milicia dominicana.
Se
recuerda que Trujillo Molina llegó al poder en el año 1930 y supuesto fue
asesinado el día 30 de mayo del año 1961 al ser emboscado por jóvenes cuando una
noche se dirigía desde Santo Domingo a San Cristóbal.
Al
ser autorizado por la Junta Central Electoral ya Ramfis Domínguez Trujillo ha
sido proclamado por el PNVC, y su equipo de campaña ha desatado una agresiva
campaña publicitaria a nivel nacional.
Ramfis
Domínguez Trujillo antes de tener un partido que lo aupe recorrió “palmao a
palmo” en país y centrando su atención en la masiva y descontrolada migración
haitiana, el descuido de la frontera, los atropellos a la Patria de Juan Pablo
Duarte; los abusos del sistema político,
económicos, empresariales, internacionales de cambiar los símbolos que identifican
a la dominicanidad.
El
candidato del PNVC se considera defensor del orden, la disciplina, el respeto a
la Constitución, las leyes, nacionalista, demócrata a carta cabal, y prometió
trabajar “por la patria, sin servirse de ella”.
“Amo
a mi pueblo con todo mi ser, y tengo una fe inquebrantable en Dios; aferrado a
él y de la mano del pueblo enfrentaremos todos los problemas que afectan a la Nación”
ha dicho.
El
fin de semana, el candidato por el PNVC estuvo observando la frontera desde
Jimaní hacia Bánica comprobando las violaciones a las pirámides, en su mayoría
pintadas de amarillo y colocadas estratégicamente, las que sirven de puntos de
unión de líneas imaginarias que separan políticamente a ambas naciones irrespetadas
por los invasores.
Las
mismas fueron colocadas en el año 1929 por el presidente de entonces Horacio
Vásquez con miras a delinear las zonas divisorias entre ambas naciones, una de
habla hispana y la otra de francés y del dialecto creole.
Ciudadanos
que no comulgan con el “desorden migratorio” ven una esperanza en las
aspiraciones presidenciales de Domínguez Trujillo de impulsar planes de que
gane las venideras elecciones y mande a su territorio a los millones de
haitianos ilegales.
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