Migración haitiana el talón de Aquiles en República Dominicana.
Haitianos ilegales transportados por motoconchitas dominicanos en la Región Noroeste
Por
Marcelo Peralta
El
desplazamiento irregular de millares de haitianos de todas las edades, condiciones
de salud deterioradas, cuyo destino es la República Dominicana está creando
graves económicos, sociales, culturales, habitacionales, medio ambientales.
Junto
a las migraciones humanas, los haitianos están destruyendo los árboles,
provocando grandes deterioro a la capa boscosa y secando los ríos que nace en
las cordilleras y montañas.
Cortan
miles de árboles con los cuales
elaboraban carbón para transportar a su territorio por la frontera.
En
República Dominicana la llegada irregular de millares de hombres, mujeres,
niños, jóvenes, la migración es una práctica cotidiana y tradicional de los
haitianos que han llegado a configurar toda una cultura.
Diariamente,
a territorio dominicano llegan millares de haitianos quienes se estaciones en
campos, pueblo y ciudades imponiendo su transculturación.
Con
sus hábitos y costumbres han aumentado los niveles de pobreza en la República
Dominicana.
La
pobreza que bien los haitianos y su migración sin tener documentos, no pagan impuestos, los dominicanos tienen que pagar impuestos al estado para cubrir las
necesidades hospitalarias, entre otras.
Estos haitianos se esconden de las autoridades militares y en un descuido burlan la vigilancia y siguen su camino hacia pueblos de la Región Noroeste en la República Dominicana.
Millares
de dominicanos que trabajan y pagan impuestos al Estado Dominicanos no tienen
seguros y ni capas en los hospitales cuando se enferman, a los haitianos y
haitianas parturientas y enfermos hay que regalarle de “todo”.
La
situación de la sociedad dominicana y del índice de carencia que se vive el pueblo
dominicano es difícil.
En
este país de habla hispana como es República Dominicana la pobreza va creciendo por los millares
de indocumentados que no trabajan, tampoco producen, no para impuestos al
Estado, desplazan de sus puestos a los nativos porque cobran menos.
La
situación general de la República Dominicana es difícil en donde viven más de
diez millones de personas y la haitiana se está acercando a ese n número, un
país en vía de desarrollo, vivirá en un futuro no lejano momentos aciagos.
Los
actuales porcentajes se tornan extremadamente alarmantes comparados diez años
atrás y la situación de otros países de América Latina.
La
economía de la República Dominicana prácticamente depende del turismo, la
inversión extranjera y la exportación de guineos, entre otros rubros.
La
sequía reciente provocó la muerte de miles de vacas de ordeño, redujo la producción
de leche, aumenta la mortalidad infantil, las enfermedades exportadas por los
emigrantes.
A
causa de la cantidad de haitianos, el gasto social del estado dominicano es
bastante alto, lo que provoca una baja en la calidad de la sanidad y la falta
de medicamentos en los hospitales para los enfermos de menos poder de compra
quienes deben hacer ·”malabares” y hasta dejar de comer para adquirir los
fármacos.
Los
costos de la tarifa eléctrica, agua potable, telefónica, precios de los
artículos de primera necesidad, aumentan todos los meses haciendo más grave
sobrevivir en la República Dominicana.
Estos
inconvenientes se registran debido a la incorrecta administración gubernamental
que ha llevado a los jóvenes dominicanos
a dedicarse al raterismo y dejar los estudios.
Pese
al medio sistema democrático estable, los desaciertos del gobierno podrían convertir al
país en una bomba de tiempo que en cualquier momento podría estallar.
Desde
el gobierno del PLD parece no tener fórmula para reducir la migración de
haitianos y de otras nacionalidades.
No
hay manera de que desde el gobierno se detenga la deforestación, lo que
encamina al país a sufrir eventuales desastres naturales de impredecibles consecuencias,
las que se unen a los desgarradores efectos del cambio climático.
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