Voces y ecos
Cultura del debate
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
El presidente Luis Abinader tiene cultura del
debate, lo cual es expresión genuina de su aprecio por la democracia. En el
pasado reciente acudió en dos ocasiones a encuentros para debatir ideas, cuando
fue candidato presidencial, pero los otros contendientes, entre ellos Danilo
Medina, el hoy presidente del PLD, no acudieron.
En República Dominicana predomina el criterio de
que quien está ganado no confronta pareceres con quienes aparecen por debajo en
la aceptación de los votantes. El doctor Leonel Fernández, candidato de Fuerza
del Pueblo, llegó a expresar que no tenía con quién debatir, pues los
contendores no sabían conceptualizar.
En la militancia del PRM (Partido Revolucionario
Moderno) hay quienes sustentan el criterio que pusieran en boga los dirigentes
peledeístas (verdes y morados) y por eso opinan que Luis Abinader no debe
comparecer al debate que organiza la Asociación Nacional de Jóvenes
Empresarios, a efectuarse el 24 de abril.
Abinader se muestra coherente al aceptar la
convocatoria de ANJE, pero pudo acogerse a la cláusula reivindicada por sus
predecesores, porque lo autoriza a no comparecer, en cumplimiento de un
postulado que ya es consuetudinario. Es costumbre que quien está delante no va
a debate. Y la costumbre tiene fuerza de ley.
Sin proponérselo, Abinader da otro ejemplo de
diferenciación con el pasado político dominicano, se trata en realidad de una
nueva historia la que vivimos. El debate, según me parece, debería centrarse en
Leonel Fernández y Abel Martínez, quienes se disputan el segundo lugar en la
preferencia del electorado.
Fernández aventaja a Martínez como candidato, según
revelan las encuestas, pero el PLD supera a los fupistas como partido. En las
elecciones del 18 de febrero, el PLD obtuvo un promedio de 22.38% de los votos,
mientras Fuerza del Pueblo solo alcanzó el 14.22%. Hay que ver cómo se
expresará en los comicios del 19 de mayo.
El segundo lugar en preferencia determinará quién
será el líder de la oposición. Fernández es un ex jefe de Estado, no puede
desatender esa posición y menos que le sea arrebatada por un líder regional,
recién iniciado en la carrera presidencial, por demás, como es el caso de
Martínez. Entre ellos se justifica el debate.
Los paralelismos de nuestra política con la pelota
nunca faltarán. “Pelótica”, llama Juan Bolívar Díaz a este fenómeno. Esta vez,
vale decir que Abinader ya ha clasificado para la final, falta determinar quién
será su contrincante, si Martínez o Fernández. Uno -eso sí- será el subcampeón
de la justa y la principal figura de la oposición.
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