Masiva entrada de ilegales por débil vigilancia frontera
Restauración, Provincia
Dajabón, R.D.- A pesar de los constantes anuncios de que fueron incorporados
cientos de soldados a la vigilancia de la zona fronteriza, la realidad es que
en la práctica la misma continúa desprovista incrementándose cada día el paso
de indocumentados hacia el lado dominicano, motorizados por miembros de las
mafias imeprante en la zona.
Reporteros de El Nacional
comprobaron que en los ocho puestos de chequeos que hay en la línea divisoria
entre República Dominicana y Haití, la presencia militar es tan poca, que
algunos de ellos solamente tienen asignado un soldado y en otros habían dos.
En el kilómetro 14 de la
Carretera Internacional funciona un improvisado mercado entre dominicanos y
haitianos.
Allí lugareños recuerdan
que hace dos décadas en los puestos de vigilancia de Vara de Vaca, Villa
Anacaona, Trinitaria, El Corozo, La Arena, Paso Viejo, Paso de las Auyamas y
Los Algodones, siempre asignaban entre 10 y 20 soldados, lo que le daba a ellos
una sensación de estar protegidos y seguros, contrario a lo que ocurre ahora.
Al recorrer los primeros 14
kilómetros de la Carretera Internacional, es notable la vigilancia militar en
camionetas del Ejército de la República Dominicana cargadas de soldados que se
movilizan de un lugar a otro.
Sin embargo, cuando
superamos esos primeros kilómetros, el ruido de los vehículos militares se va
perdiendo en la distancia, para dar paso al pasaje desolador, cargado de
pobreza y con presencia masiva de haitianos indocumentados, que al decir de
algunos igualan ya a la población dominicana que vive en esos pueblos, e
incluso, en algunos superan en número a los nativos.
Los haitianos
indocumentados son los que más disputan a dominicanos a clientes del motoconcho
en su propia tierra.
El dirigente comunitario
Moreno Belliard entiende necesario que para los militares realizar un buen
trabajo en la frontera, es necesario mejorar las condiciones de vida de esos
soldados.
Explica que “a la mayoría
de ellos los envían allí, lejos de su familia, en un ambiente hostil y agreste,
ganando el salario mínimo.
En esas condiciones no
importa la disposición que ellos tengan de hacer su trabajo, cuando las
condiciones materiales no los incentivan”, manifestó Belliard.
Comercio.
En la comunidad haitiana de Tirolí, separada del territorio dominicano por una calle y a 14 kilómetros de Restauración, se produce un gran intercambio comercial dos veces a la semana, martes y sábado, entre nacionales de ambos países.
Es una especie de mercado informal que le permiten ganarse el sustento
a decenas de familias.
Para Belliard en los
últimos años, Tirolí es la población haitiana que mayor crecimiento de
habitante, en tal sentido, considera necesario que se instale del lado
dominicano un destacamento del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza
Terrestre (Cesfront), para evitar los secuestros y la paralización del tránsito
que con frecuencia se producen allí.
Varias comunidades dominicanas
y escuelas del municipio de Restauración, provincia Dajabón, han sido
desplazadas en los últimos tiempos por indocumentados haitianos, denunciaron
autoridades y munícipes de aquí, que a su vez, solicitaron la urgente
intervención de la Dirección Nacional de Migración.
Tras mostrar su
preocupación, los residentes tiene dos lecturas de esos fenómenos: la salida de
nacionales hacia otras localidades del país (dejando esas comunidades vacías) y
la falta de mayores controles fronterizos que puedan contrarrestar el gran flujo
migratorio.
Poblados como Tierra Sucia,
Neita, Trinitaria, Valle Nuevo, Kilómetro Uno, Kilómetro Dos, Kilómetro Cuatro,
Villa Anacaona, El Carrizal y otros, donde vivían en el pasado reciente cientos
de dominicanos, actualmente son habitados en su totalidad por extranjeros.
En esos pueblos los
estudiantes de escuelas públicas, en casi su totalidad, son hijos de
indocumentados haitianos que se han instalados últimamente en el lado
dominicano, estimó el vicealcalde de Restauración, Máximo Luciano.
Sostuvo que esa situación
no es exclusiva de las comunidades ya mencionadas, sino también, del mismo
municipio, donde hay sectores que cientos de sus residentes no tienen
documentos, y a modo ejemplo mencionó a Barrio Sur y La Gallera.
Expuso que la población de
extranjeros indocumentados se estima en Restauración en un 40 por ciento.
“En
Restauración viven dos mil 500 dominicanos y dos mil haitianos. Esto está lleno
de indocumentados y han arrabalizado el pueblo por todas partes, y eso es
preocupante”, expuso Luciano, dirigente municipal del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD).
Reconoce que últimamente la
presencia militar es mayor en el municipio, pero que a pesar de eso, los
indocumentados continúan entrando con mucha facilidad.
Los ciudadanos haitianos
entran y salen cada día “a sus anchas” allí, para el intercambio informal que
se produce en la zona, el cual mueve miles de pesos, sobre todo con la
comercialización de ropas usadas.
Su ingreso y salida de
produce por las comunidades de Trinitaria, Agua Blanca, Corozo, La Arena y
otras, situación que según comunitarios eso solo puede ocurrir con el pago de
“soborno”.
Al caer la tarde del
sábado, un largo desfile de haitianos regresaban a su nación luego de vender
mercancías diversas del lado dominicano, con productos alimenticios comprados
con el dinero que se ganaron del lado dominicano.
Resolución.
Preocupado porque dominicanos alquilan y venden propiedades a indocumentados, el Concejo del municipio de Restauración aprobó una resolución para evitar que esa práctica se continúe permitiendo.
La medida procura que los
dominicanos no renten propiedades ni viviendas a los haitianos que se
encuentren en el lado dominicano sin la documentación debida.
El regidor del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Rubén Onasis Valenzuela, espera que los propietarios de casas cumplan con ese mandato, que entraría en vigencia a partir enero del 2019.
“En este municipio no
tenemos paz, si usted sale al parque con su familia, la mayoría de personas son
que está en el parque son haitianos sin papeles”, manifestó.
Valenzuela dijo que la osadía de los indocumentados es tal, que “motoconcho” de la comunidad haitiana de Tirolí van a Restauración a conchar y luego regresan, situación que ha generado conflictos con sus pares dominicanos.
“Es una preocupación para
nosotros que Migración no esté haciendo su trabajo. Yo pienso que ellos pueden
recogerlos y mandarlos para su país”, expresó el edil, que aseguró que muchos
haitianos utilizan a Restauración de “puente” para ingresar a las grandes ciudades.
De su lado, el comerciante
Tony Santos instó a las autoridades de migración ir a Restauración para sacar a
esas personas para evitar quizás enfrentamientos que tengan consecuencias
mayores”.
“Las autoridades tienen que
tomar carta en el asunto, porque muchas comunidades van a desaparecer, debido a
que están siendo habitadas solo por haitianos”, subrayó.
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