Militares decomisa drogas en camioneta cubierta con mango.
Por Marcelo Peralta
En los últimos meses, la República
Dominicana ha sido el foco de atención mundial por las muertes inesperadas de
turistas estadounidenses, decomiso de drogas, unido a las pugnas políticas
dentro del partido de gobierno.
Marchas, piquetes, marchas
por calles, avenidas, miles de personas trasladas en autobuses desde pueblos del interior a la
capital a protestar en rechazo a una eventual modificación de la Constitución
de la República, militarización del Congreso Nacional, quejas de congresistas
norteamericanos y alegadas llamadas de alegados funcionarios del gobierno de
Estados Unidos intimidando.
Todas esas pacas de drogas eran transportada en la camioneta
Además, haitianos y
haitianas indocumentados marchando en la concentración de esta semana
organizada por el pasado presidente de la República, Leonel Fernández con
banderas repudiando los intentos de cambiar la Constitución.
¿A
caso los haitianos indocumentados tienen derecho a meterse en asuntos internos
de este país?
Asistencia a actos
políticos de indocumentados haitianos solo se permite en un país en donde la
Soberanía Nacional ha desaparecido.
Mientras, los políticos
oficialistas quienes se creen compraron el país para hacer lo que les venga en
gana se están matando por continuar quienes están y por volver los que antes
tuvieron, el país se destruye a causa de los males.
El tráfico de drogas que
entra impunemente por la frontera con Haití está como las “verdolagas” en las
calles, la entrada de miles de haitianos padeciendo todos tipos de
enfermedades, desde las esferas del gobierno, al país lo han soltado en “banda”.
Mientras que en
narcotráfico englobado en la entrada al país por la frontera con Haití, su
distribución, venta a granel dañando la conciencia de jóvenes dominicanos que
en las calles se observan adictivos y padeciendo patologías diversas, sin que
desde el gobierno surjan acciones que detengan esas malsanas prácticas.
Ya el tráfico de drogas en
el país está tan arraizada que hasta los vendedores de mangos en camionetas van
a la frontera y las llenas de pacas y por encima colocan mangos tratando de “engañar”
a los miembros del Ejército de la República Dominicana-ERD-.
Debido a las complicidades,
en el país existen grupos ilegales, mafias, coyotes, que van a pueblos cercanos
de Haití a reclutar hombres y mujeres para traficar a República Dominicana,
mientras el gobierno se hace de la “vista gorda”.
Sabedores de la
peligrosidad que conllevar el tráfico de haitianos, haitianas, niños, niñas, adolescentes,
jóvenes, adultos, por las enfermedades que acarrean, nadie se arriesga a
hacerle frente.
De
estas indecorosas acciones devienen las acciones de las redes de criminales en
la frontera con los asesinatos de miembros el Ejército sustentados en los
hechos recientes ocurridos, en que haitianos asesinaron rasos en tierras
dominicanas llevando luto, llanto y orfandad a familias dominicanas.
Cada
vez, en este país el tráfico de
haitianos indocumentados y de drogas por
la frontera se afianza y su lucha por parte del gobierno dominicano se desvanece.
Mientras existan actores
corruptos diseñados por los diferentes estamentos y de aquellos que se hacen de
la vista gorda a cambio de sobornos y complicidad, seguirá entrando a la República
Dominicana desde Haití todo lo que resulte dañino con el objetivo de acabar con
el buen nombre que se le colocara a la Patria fundada por Juan Pablo Duarte.
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